Comencé mi andadura por la fotografía porque quería expresar aquello que no era capaz de permitirme a mí misma y que me empujaba sin parar desde dentro.

Al principio, las formas y los fondos se unían, se mezclaban y fotografiaba objetos, paisajes, momentos, pero sin poder reflejar una emoción que me suscitaba lo que tenía enfrente.

Poco a poco, sin querer, haciéndome preguntas, aplicando las leyes de composición fotográfica y usando las leyes psicológicas de la Gestalt, mis fotos empezaron a tener forma, mi forma.

¿Por qué unir psicología, coaching y fotografía?

Porque quiero mostrar la relación entre estos conceptos: qué se hace con la fotografía y qué permite esta mezcla.


A través del observador que estamos siendo, en el “como”, podemos adentrarnos en las sombras del ser, como son nuestros miedos, nuestro ego, nuestra soberbia, nuestra ira, nuestro orgullo… Y a la vez podemos darle luz a nuestra esencia, mediante nuestras alegrías, nuestra humildad, nuestra paz interior, nuestros sueños, lo que priorizamos, a lo que otorgamos valor, e incluso trabajarnos para ser la mejor versión de nosotros mismos.

En el descubrimiento y la gestión emocional de todos aquellos datos que nos aporta la foto que trabajamos es en donde la figura del psicólogo experto en coaching aflora desde su más íntima unión de metodología y ciencia.


¿Qué trabajo desde la fotografía?

La creatividad, el desbloqueo, la exigencia, las expectativas, el ego sano e insano, la generosidad, el qué puedo hacer yo para mostrar el mundo que observo, y cómo puedo interactuar mejor con eso que fotografío para que exista un mayor autoconocimiento.

¿Qué tiene que ver la fotografía con la psicología?

La fotografía muestra el mundo como lo ve el fotógrafo, o como lo interpreta el que observa la foto, cómo lo percibe el fotografiado (si es retrato), o cómo lo percibe el que ve cómo se hace la foto pero no participa en ella… Atiende a procesos psicológicos básicos, la percepción, la atención, la emoción… Y por otro lado, capta la personalidad de cada individuo como seres únicos e irrepetibles.


El origen alemán de la palabra Gestalt nos sitúa en la fotografía. Marcaba el participio del pasado (yor augen Gestalt) y significaba algo así como “puesto delante de los ojos, expuesto a las miradas”. Las miradas, la percepción… porque, si nos ponen lo mismo delante de los ojos ¿vemos todos lo mismo? No, por supuesto que no. Vemos según seleccionamos, según necesitamos, según nos emocionamos, según nuestra historia, nuestras experiencias, según nuestro ser.

Estamos rodeados de sonidos y formas y es nuestra percepción e interpretación de los hechos lo que le da un significado a la realidad. Es nuestra percepción en un momento determinado la que, en esa situación y en ese instante, le dan una forma significativa y dominante.

No olvidemos que la percepción -el acto de percibir- es neutro, desprovisto de subjetividad y de factores de contexto. Somos nosotros lo que introduciendo nuestra selección y análisis, proporcionamos al acto de percibir la subjetividad.

Los estímulos se reciben primero aislados y después se organizan en imágenes perceptivas más complejas, pero la forma es una figura dominante que toma su sentido al emerger del fondo. El fondo es un plano posterior que da sentido a la figura o forma. La percepción de la forma no es un hecho objetivo. Es la persona quien aísla la figura de acuerdo con su atención y sus necesidades.


¿Qué te puede permitir la fotografía guiada por un psicólogo experto en coaching?

Empecé hace ya algún tiempo a fotografiar y a retratar, y a que mis clientes también lo hagan. Cuando hacemos una sesión de fotos, buscamos un fondo determinado, pero la silueta de esas personas retratadas sobresale de la foto, adquiere otra identidad, cobra fuerza, se impone a todo lo que tengan detrás.


Tampoco necesitamos un cuerpo entero, la figura al completo; nos basta con un gesto, nos basta con la mitad de ellas… La mente del observador rellana lo que falta. Puedo decir que hacen fotos de lo que sienten, de lo que se sienten, y es gracias a preguntas poderosas como, por ejemplo,

¿Qué quiero expresar?
¿Cómo lo voy a expresar?
¿Para qué lo voy a expresar?
¿Durante cuánto tiempo?

El aprendizaje transformacional realizado acerca de la naturaleza del ser, y se ha pasado a ser un observador de segundo orden en el que es capaz de observar lo que mira, de sentir y mirar de frente lo que siente, a través de la fotografía.

Si tuviera que responder a la pregunta de qué es para mí la fotografía, coaching y psicología, sin dudarlo, diría… es emoción escrita con luz.